Llega final de año y te das cuenta de que toda tu lista de propósitos que escribiste el año pasado no han cumplido tus expectativas: Ir al gimnasio, comer saludable, leer todos los días, aprender cosas nuevas, dejar de fumar, ser experto en artes marciales...
Sientes que no te sientes en control de tu propia vida y algunas cosas son difíciles de cambiar para ti.
¿Qué es lo que está pasando realmente? Al llegar el año nuevo ninguna de las cosas propuestas se ha cumplido y eso te desilusiona por completo, en conclusión, el gran fallo que ocurre es que cuando quieres realizar varios cambios de golpe te va a costar mucho más esfuerzo que si haces cambios progresivos, no te digo que no te hagas una lista de metas y retos para finales de año, hazla si quieres, yo mismo a finales del año pasado me hice una lista de retos a cumplir, algo que hizo que mi motivación y mis ganas de mejorar fueran aún mayores. Pero eso sí, proponte metas realistas y que sepas que vas a cumplir al 100%, al final de año al ver tu lista de metas no quieres sentirte como si no hubieses hecho el suficiente esfuerzo, así que cuanta más realista sea tu lista mejor.


Progresivamente, nunca de golpe
Ya bien te hayas propuesto una lista de metas o no, debes seleccionar tus prioridades. Por ejemplo, si tu lista de metas para el año siguiente es: Escribir un libro, Donar, Viajar, Aprender Inglés, Ir al Gimnasio cada día. Deberás seleccionar tus prioridades y elegir la que más importante sea para tu vida. Por ejemplo, puedes priorizar ir al gimnasio antes que ningún otro propósito, ya que esta es una rutina que quieres cumplir casi todos los días.
Al seleccionar ese objeto debes centrarte únicamente en él y en ningún otro más, ya tendrás tiempo de adaptarte a otra rutina o a trabajar en otra cosa, pero de momento centra toda tu atención, pensamientos y esfuerzo en esa única meta: Ir al gimnasio. Algunas personas estiman que en lo largo de un mes si sigues un hábito este ya se habrá aplicado a tu vida por lo que te supondrá mucho menos esfuerzo, sí es verdad que cada persona tiene un nivel de adaptación diferente, cuando termine el mes prácticamente el hábito suele formar parte de tu rutina, por lo que ya habrás creado una nueva costumbre que te costará mucho menos practicar.



Eso sí, no te propongas bestialidades. Si vas a ir al gimnasio, ve y solo estate 10-20 minutos, o incluso ni siquiera empieces yendo directamente al gimnasio, empieza haciendo ejercicio en tu casa hasta que te acostumbres, tendrás tiempo para elegir un gimnasio no muy lejos de tu casa para entrenar, lo primero es que te sientas lo más cómodo posible al realizar esa nueva actividad, y cuando ya sientas que la dominas vayas subiendo de nivel poco a poco, como si de un videojuego se tratase.
Yo por ejemplo, empecé con cinco minutos al día de ejercicios de brazos, para acabar a finales de mes realizando treinta minutos de ejercicio de brazos. Debes pues priorizar si es tan importante para ti desarrollar masa muscular como centrarte en tu vida profesional o sentimental, y a partir de ahí elegir el tiempo que le quieres dedicar a cada cosa, pero por favor, proponte hacer muy poco el primer día, o incluso la primera semana, empieza con algo muy fácil, ya tendrás tiempo de aumentar el nivel del reto.


No esperar a una fecha para cambiar tu vida
¿Por qué esperar al uno de enero de cada año para empezar a aplicar cambios en tu vida? Para un ganador todos los días son uno de enero. Proponte cambios diarios, si quieres puedes proponerte cambios mensuales o anuales, pero no esperes a que llegue una fecha concreta para empezar a mover el culo, recuerda que las fechas son solo fechas valga la redundancia, pero tú puedes empezar a aplicar cambios en cualquier día del año, no tiene por qué ser el uno de enero, da igual el día que elijas.


De hecho, empieza hoy. No empieces ni mañana ni elijas cualquier otro día que no sea hoy. Coge un papel, una libreta o si prefieres un documento de texto o cualquier otra aplicación o programa en el que puedas hacer una anotación digital, a continuación, escribe todas las metas que quieras ver realizadas, prioriza y selecciona la que sea más importante para ti, y empieza a trabajar sobre ella para alcanzarla. Cuando sientas que tienes los hábitos necesarios puedes probar a mejorar dicho hábito y aumentar el nivel de reto (como he explicado anteriormente, si hacías cinco minutos de brazos, aumentar a diez, por ejemplo), o puedes agregar otro hábito o proyecto más a tu vida. Yo personalmente te recomiendo que primero subas los niveles necesarios hasta alcanzar el tiempo que quieras dedicar a ese hábito o proyecto, si por ejemplo quieres hacer treinta minutos de footing, empieza a hacer footing cinco minutos, para luego pasar a diez, quince... así hasta llegar a los treinta, y una vez alcanzada la cantidad de minutos deseada a realizar diariamente (por favor, sé realista y no te propongas cantidades de tiempo extrema, salvo que tu vida se vea envuelta en realizar dicha actividad es recomendable no superar una hora, a partir de ahí el tiempo que le dedicas es demasiado alto, podrías invertirlo en realizar cualquier otra actividad) deberás seguir con el reto o hábito siguiente de la lista.


Cuanta más tarea mental acumulada tengas, peor
A mí me ha pasado, y estoy seguro de que a ti también. Esos días en los que tienes tantas actividades pendientes que no sabes ni por donde empezar, y cuando empiezas realizando algo tienes en mente otras actividades, eso te acaba generando frustración e impotencia.

Ha habido veces que me he tenido que medio-obligar a realizar una actividad, como por ejemplo escribir una entrada en este blog, y tras estar durante quince minutos pensando en algo que escribir, acabo escribiendo como máximo dos líneas, ante estos casos lo que yo recomiendo siempre es proponerte metas semanales, intentar escribir cada día, de tal forma que si un día te encuentras con mucha tarea o poco inspirado, tengas otros seis días para trabajar y no tengas que trabajar en ello obligatoriamente un día, de tal forma que puedas organizarte mucho mejor. Yo por ejemplo estoy escribiendo esta entrada un día motivado e inspirado. Toda esta entrada ha sido realizada en quince minutos, comparándolo con un día en el que no tenía motivación como cuando intenté escribir un artículo, el trabajo realizado en tan solo quince minutos es bestial. De escribir dos líneas de texto a escribir una entrada entera hay una gran diferencia.


A veces hacer metas semanales es mejor que hacer metas diarias, pues la distribución de tareas es mucho más fácil. Otro truco que también utilizo es el de prehibernación: Al igual que las ardillas almacenan alimentos para comérselos antes de la hibernación, yo me adelanto a mis proyectos. Por ejemplo, actualmente tengo 5 entradas programadas para publicarse cada domingo de la cada semana, de tal forma que tengo 5 semanas de contenido asegurado, por lo que mi preocupación disminuye de forma notoria, si por ejemplo quiero tomarme unas vacaciones, la actividad de mi blog no se verá influenciada, esto por supuesto se puede aplicar a muchas cosas, también ocurre con mi galería de imágenes, tengo varias ediciones de fotos y capturas hechas y listas para publicar. Este método se puede aplicar a cualquier cosa de tu vida, si te adelantas a tus proyectos, estos te causarán mucha menos frustración y estarás mucho más relajado, te sentirás que los controlas y podrás con ellos.